La única diferencia entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho dura mas
Un capricho, si señor, un capricho de verdad. Porque no todos los días puedes disfrutar de carne de buey, de auténtico buey, y digo esto porque no conozco ningún animal que tenga semejantes chuletones en su cuerpo, no solo en tamaño, también en sabor.
Has oído alguna vez que ¿la mejor comida se encuentra en pueblecitos de pocos habitantes que conoce poca gente? En este caso es verdad. El Capricho está en Jiménez de Jamuz, una pedanía de menos de 1000 habitantes situada en la provincia de León que destaca por su alfarería y por su comida, y eso, en mi tierra natal (a.k.a. bigote de león) no es moco de pavo.
Todo el mundo de la zona conoce la bodega y su comida, pero si además tienes la suerte de que pasa por allí la revista TIME y prueba tu carne, ¿que pasa? pues esto.
Que van y te hacen un reportaje: Where´s the best beef?http://content.time.com/time/magazine/article/0,9171,1691115,00.html
Eso fue un antes y un después para el Capricho, es verdad que para gente como yo, cuyo pueblo esta situado a 20 Km, no nos ha beneficiado mucho porque la fama casi siempre va acompañada de un aumento en el precio, pero de vez en cuando no podemos remediarlo, desde celebraciones o aniversarios hasta pago de apuestas perdidas o derrotas futbolísticas, la excusa es lo de menos para celebrarlo comiéndote mas de 2 Kg de una carne que te deja con los ojos en blanco.
Pero el capricho no es solo un sitio para comer carne, lo primero que puedes ver es que es una bodega, excavada en la tierra que hace que la estancia allí sea fresquita, incluso con 35ºC a la sombra en la calle (literalmente) lo que hace de ella un lugar muy pintoresco y bonito.
Nada mas entrar y antes de empezar a bajar a las entrañas de la tierra leonesa, te encuentras un espectáculo digno de un museo. Un poderoso caballero corta y pesa enormes chuletones que van de mas o menos 2 Kg a vete tu a saber.
Así que ya en la entrada te quedas cautivado. Es verdad que la primera impresión puede ser que lo único que va a merecer la pena es la carne pero no es así. Los entrantes son una sorpresa desde una sencilla ensalada de tomates, que ¡oh sorpresa! saben a tomate de verdad, lengua curada (si lengua, un escándalo de buena) y un revuelto de la casa que no estaba nada, pero nada mal.
Ensalada de tomates de verdad |
Lengua curada |
Revuelto de la casa |
Pero aquí reside el problema, si pides muchos entrantes no dejas sitio para la carne, mmmmm que dilema. Así que lo mejor es ir unos cuantos para probar mas cositas.
Y por fin llega el momento en el que camarero se acerca con una mesa rústica supletoria, y aparece el chef del restaurante, Jose Gordón Ferrero con un chuletón, que previamente ha sido elegido por los comensales en crudo según su peso. Y ale a soñar...
Chuletón de buey |
Es como mantequilla en tu boca. Ese punto perfecto en su elaboración y el tiempo de curación de la carne hace que sea un plato que merece la pena ser probado alguna vez.
Y cuando ya no puedas mas, un postrecito casero (todos los del menú lo son) tradición pura. Arroz con leche, leche frita... pero no todo es convencional, también hay alguna sorpresa entre la que destacaba un postre con buey llamado Torta de buey, con helado de galleta con agar de café y espuma de chocolate blanco, ¡toma ya! No te lo puedes perder.
Torta de buey |
Leche frita |
Nuestra BIGOTACIÓN:
Lo MEJOR: La carne de buey, única.
Lo PEOR: El precio y la localización.
Bodega el Capricho
Dirección: Paraje de la vega s/n 24767 Jiménez de Jamuz, León
Teléfono: 987 664 224
Web: http://www.bodegaelcapricho.com
Precio: entre 50 y 70 euros por persona
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